martes, 17 de septiembre de 2013

Más y mejor ∞

Los sueños están antes y después de despertar.

Volar a mil por hora sin despertar de una cama porque eres mi canela en rama. 
¿Razón? 
Unos ojos que dicen la verdad, por el roce de su piel, mirarle a la cara y descubrir tu propio cielo, por su forma de reírse y de reírnos juntos.

No me hace falta nada más, sólo pido que esto sea eterno. 


No me quedan dudas ni temores por pensar. Por las calles de Madrid, de Bélgica, de París, de la playa, de dondequiera que vayamos, que riamos, que sigamos juntos, sea dónde sea, pero contigo.

Que el tiempo que pasamos juntos se escurre entre nuestros dedos como la arena de la playa, con su sutileza y elegancia aunque demasiado rápido para nosotros.

Ésa persona que sin quererlo ni comerlo se ha convertido de tu cinturón de seguridad personal. Disfrutas del descontrol, del desorden ordenado, del barullo y hasta del ruido del hielo cuando se pierde dentro de dos cubatas. 

Emborracharnos con moderación de la dulce e infinita felicidad, un cubata cuyas burbujas han escogido que dos personas creen una historia sin perspectivas, sin mentiras y sin ideales. Rompiendo los estereotipos y las reglas de todo lo que no nos gusta. 
Dar pasos de gigante por cada una de tus constelaciones en la espalda, recorrer a destellos y fotografías cada instante que he acariciado tu pie y ser protagonistas de una historia totalmente diferente. 

Porque junto a ti, la luna me sabe a poco y sin ti, sigo teniendo mi corazón hecho de mimbre, para poder querernos bien. 


Todo lo que nos rodea nos insta a vivir el momento al máximo y a dejarse llevar endulzando momentos.


Dos locos sin sueño a veces, dos idiotas con insomnio, sonrisas cerveceras y empujones playeros que no cambiaría por nada del mundo.


Llevarnos al límite, hacia el terreno desconocido, elevarnos juntos al infinito.


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