viernes, 13 de febrero de 2015

Sábanas que hablan.

A él...
Le sobra el valor que le falta a mis noches.
Se juega la vida por las causas perdidas como yo.
Es capaz de nadar en el mar más profundo.

Lo mejor de ti es lo sublime que eres.
Esa capacidad única tuya de sonsacar sonrisas hasta de los días más grises. Las tonterías que hace uno para que yo parezca más alta que tú en Gante. Cada movimiento inocente que haces para ayudar a los demás. Ésa manía tuya de beber la cerveza a tragos más largos. Lo que te gusta jugar en el agua. Esa locura de sonrisa pícara cuando nos entendemos sin hablar. Ése pequeño delirio que me provocas cada vez que la yema de tu dedo me roza y lo rápido que se me erizan los pelos cuando sigues. Los besos de llevar razón y de no llevarla. Conducir con direcciones peculiares. Tu sonrisa.
Lo reconozco, nunca he sido capaz de no quererte. 

Hace tiempo que me cansé de los finales, y de los principios. Porque solo son eso, principios. historias que no logran avanzar porque desde que te conocí, te quiero a ti y ya. Y odio que no lo tengas claro, que dudes, que no te des cuenta. Odio no saber hacértelo ver tan real y tan verdad como es esto que tenemos. 
Quizá si te lo digo así te quede claro:
Que no eres ni el plan A, ni el B, ni el C ni ninguno de esos porque no tengo más planes en mi vida que pasarla contigo.
Pasa que a veces, quieres enamorar a alguien a base de hacerle reír y me acabé enamorando de su risa. Y su sonrisa. De todo él. Niño, hombre, compañero y más.

Cuando duermo contigo, a veces pienso en despertarme en mitad de la noche, hacer un búnker con todos libros y cosas insignificantes que pille, meter comida para dos semanas, chocolate y cerveza. Que el tiempo pase fuera, pero no para nosotros.
Y el momento en que te tienes que ir, que te separas de mi, cuando ya estás vestido y no hay vuelta atrás pienso, "tiene que salir a la calle para contagiar al mundo con su alegría, con su vitalidad y con sus ganas de hacer las cosas bien". Luego volverás a ser mío y yo tuya.  

Eres mis buenos días,
mis buenas tardes tras la siesta
y mis buenas noches y que descanses, amor.
Eres el único abrazo que quiero,
la única voz que escucho en sueños.
Eres las manos con las que entrelazo las mías
y los ojos en los que me reflejo.
Mi dulce causa y mi feliz condena.

Vamos a inundarnos de magia.
Que sean dos cervezas por favor,
y ningún beso de despedida.
.
.
.
Sobra decirte lo mucho que te quiero.

martes, 10 de febrero de 2015

~

Quizá soy yo que de buena soy tonta como me han recordado hace poco.
Quizá son las miles de historias que cuentan cada día los trenes.
Quizá es el pasar tanto tiempo deseando algo, que llega un momento que el ansia te puede.
Quizá el ofrecer ayuda tantas veces cansa a quien se la ofrecemos.

El problema es no saber si cansa o no cansa.
El problema son mis formas y mis prontos. 
Las verdades que me han dicho y no reconozco.

Vaya dilema.

Ser el apoyo constante de una persona no es tarea fácil, pero se hace con todo el gusto del mundo.
Preocuparse por algo puede llegar a ser preocupante hasta tal forma que es la propia preocupación quien no te deja dormir por las noches.

A lo mejor solo necesito dormir. 

Que nunca he navegado por estos mares, soy joven e inexperta pero sé que lo que hago tiene fundamento, aunque a veces me cuesta verlo.

A lo mejor solo necesito un chute de positividad.

O a lo mejor todo esto son idioteces.